Este sitio comenzó a extraer metales como oro,
plata, zinc y cobre en 1868. Cuarenta años más tarde dejó de funcionar, pero quedó
todo un mundo subterráneo para explorar. Aquí se encuentra el socavón de San
Nicolás, que mide ciento ochenta metros de largo.
Dentro de él existen varios
túneles de más de doscientos metros. Uno de ellos conecta con la ex hacienda de
Santa Cecilia, que hoy es el hotel en forma de castillo, cercano a este lugar.